Carta al profesor Francisco Rico

Profesor Rico: nos referimos a la información dada por el diario El País , en su número de 12 de junio de 1998, según la cual usted, con todo el peso de su presunta autoridad, ha afirmado que la literatura española combina hoy calidad y éxito de ventas. Permítanos decirle que esas declaraciones suyas, por lo menos en lo que se refiere a la novela, son de una ligereza y una frivolidad muy peligrosas, puesto que la realidad es exactamente la contraria, como lo demuestran los trabajos publicados por el Centro de Documentación de la Novela Española.

Muchos de ustedes, la mayoría -profesores y académicos-, saben mucho de historia de la novela, de títulos, fechas de aparición, biografías de los autores que las escribieron, ediciones, etc. – datos, datos, datos, como decía un personaje de William Shakespeare II–, pero no saben nada en absoluto, porque eso viene de natura y no de Salamanca, de distinguir una novela mala de una novela buena. Ni el academiato ni la profesorez suponen la ciencia infusa. El gusto estético es cosa de la intuición estimativa -cultivada, ciertamente- no de los libros.

Las novelas de mayor éxito comercial hoy en España, profesor, son las peores, empezando por las de su amigo Javier Marías, probablemente el novelista más incompetente y el peor escritor de todos los tiempos y lugares. Lo hemos demostrado en el C. D. N. E. Usted le sitúa, junto con Delibes, a la cabeza del escalafón, ignorando, como estoy seguro de que ignora, hasta los nombres de los autores de las novelas – una sola por autor– de la lista que le adjunto.

De Marías ya hemos opinado. De Delibes, queremos decir que, aunque yo sostengo que su obra es de una chatez intelectual incompatible con la gran literatura, se trata de un escritor de una dignidad incuestionable.

Arriba