Denunciamos

(Esta denuncia le presentó la Fiera, ante el Alto Tribunal de las Letras, en 1999. Se vará que conserva su vigencia)

En  una reunión en la cumbre de los representantes literarios de las principales empresas de nuestro holding mediático -LA FIERA LITERARIA, FIERACABLE, DISTRIFIERA, FIERAIR, BOLETÍN DEL CENTRO DE DOCUMENTACIÓN DE LA NOVELA ESPAÑOLA, HOJAS DE LA COMISIÓN DE SEGUIMIENTO DE LA VIDA LITERARIA, EPÍSTOLAS ADMONITORIAS, CUMBRES DEL PENSAMIENTO ESPAÑOL CONTEMPORÁNEO, etc.- y empresas culturales afines, como la ASOCIACIÓN MIGUEL MIHURA DE ANTIGUOS NIÑOS DEL BOMBÓN HELADO, se ha decidido adoptar un paquete de medidas denunciadoras de los miembros de las diversas mafias literarias, una vez examinado el abanico de posibilidades expuesto por el crítico beligerante, decapante y multiusos Isidoro Merino, que actuó de ponente, y tras el examen de los hechos puntuales puestos sobre la mesa por nuestros colaboradores, en el contexto de las materias tratadas.

Cada vez son más los entes periféricos y del común escandalizados por el hecho de que media docena de editoriales -ALFAGUARA, ANAGRAMA, TUSQUETS,  ESPASA-CALPE, PLAZA & JANÉS, PLANETA, DESTINO,  con la complicidad de los  suplementos literarios de los medios de comunicación más influyentes -BABELIA (EL PAÍS), ABC CULTURAL, LA ESFERA (EL MUNDO), EL CULTURAL (LA RAZÓN)-, los cuales arrastran a otros de provincias, lleven a cabo los siguientes delitos de lesa literatura.

-Fabricar (pseudo)escritores que a su vez son fabricantes de best sellers. Su objetivo: vender libros, sin atender a su contenido ni a su forma.

-Crear, mediante técnicas de publicidad expresa o encubierta, un público consumidor de esos best sellers; público que no es propiamente lector, que sólo adquiere lo que le dan a conocer por estos medios, que algunas veces ni siquiera lee.

-Suscitar, tanto en fabricantes como en consumidores, un gusto zafio, un pensamiento romo, un lenguaje vulgar.

-Promover una literatura sin pensamiento, sin imaginación, de  base autobiográfica, reporteril y/o costumbrista.

-Silenciar, mediante la práctica de la exclusión y el ninguneo más implacable, a los escritores, en su mayoría mejores que los que ellos promocionan, que practican otra literatura, más de hoy y más profunda.

-Utilizar para sus fines estrictamente comerciales, anticulturales, listas manipuladas de "libros más vendidos". (Hasta el lector menos atento puede verificar que, en tales listas, siete u ocho de los diez nombres que aparecen corresponden siempre a personas vinculadas al diario El País.)

-Preferir la literatura mala a la buena, que también se hace hoy día, y las peripecias a las ideas.

-Considerar literatura mayor lo que hacen Cela, Delibes, Umbral, Gala, Ayala, Muñoz Molina, Almudena Grandes, Rosa Montero, Elvira Lindo, Pérez Reverte, etc., etc., etc.

-Intentar -y casi siempre conseguir- que los escritores de sus respectivas cuadras sin ningún mérito o, en el menos graves de los casos, con no mayores méritos que otros cientos, pasen por importantes.

-Alejar, mediante sus bien orquestadas campañas, a los lectores potenciales de la buena novela de otras épocas .

-Tomarse en serio, como juicios firmes de valor, esos llamados "premios literarios", que no son sino formas que tienen las editoriales comerciales de obtener publicidad gratuita.

Cómplice de las editoriales arriba mencionadas es una serie de críticos y columnistas que les siguen  el juego y/o se aprovechan de él. Contradiciendo su pregonada moral, no denuncian delitos tan flagrantes como el ingreso de Luis María Ansón y, sobre todo, de Juan Luis Cebrián en la Academia o la consideración de escritores a personas como Javier Marías y Almudena Grandes -que citamos como ejemplos más llamativos, pero no únicos-; críticos y columnistas -algunos de ellos también supuestamente escritores-, que a continuación aparecen relacionados revueltos: MANUEL VICENT, MANUEL VÁZQUEZ MONTALBÁN, RAMÓN DE ESPAÑA, IGNACIO ECHEVARRÍA, VICENTE VERDÚ, JUAN JOSÉ MILLÁS, MOLINA FOIX, MUÑOZ MOLINA, JOSÉ MIGUEL ULLÁN, JOSÉ MARÍA GUELBENZU, JAVIER MARÍAS,  FERNANDO SAVATER, SANTOS SANZ VILLANUEVA, RAFAEL CONTE, ROSA MORA, BLANCA BERASATEGUI, MIGUEL GARCÍA POSADA, LUIS GARCÍA MONTERO,  FELICIANO FIDALGO, ROSA PEREDA, ROSA REGÁS, ANDRÉS TRAPIELLO, JUAN CRUZ, etc.

-La mayor parte de los mencionados practica la cuasi diaria -como mínimo, semanal- predicación de los grandes principios de la ética al resto de la especie humana, desde su situación de injusto privilegio y de autoridad autocanonizada, mientras se apuntan a la actual relativización de los valores. Algunos hasta se refieren al sistema como algo ajeno a ellos. Y es que no lo quieren ver.  Muchos, quizá, ni pueden ya hacerlo. Se han constituido, consciente o inconscientemente, en los principales garantes del acierto de aquella sentecia de Derrida: "la sociedad actual vive inmersa en la mentira absoluta".

Como igualmente son cómplices LÁZARO CARRETER, GARCÍA DE LA CONCHA, PERE GIMFERRER y otros académicos y catedráticos, como FRANCISCO RICO, DARÍO VILLANUEVA, etc., que consagran, con su supuesta autoridad, todos los desmanes de las mafias culturales.

Arriba