Jack el destripaterrones, identificado

Según las investigaciones llevadas a cabo por los agentes de Fiera Yard, el ladrón en serie conocido por Jack el Destripaterrones, que, en los años ochenta, tuvo en jaque a la Benemérita en la provincia de Jaén, no es otro que Jack Muñoz Molina, miembro del mismo instituto armado que inútilmente le buscaba, destinado entonces, como simple número, porque no aprobó los exámenes para ascender a cabo, en el cuartelillo de Baeza. El examen del ADN lo ha confimado, tras un minucioso análisis de sus calzoncillos y sus botas. Quienes conocieron a Jack se muestran sorprendidos y consternados, y aseguran no haber sospechado nunca que de su desmedida afición a las olivas acompañando el Moriles pudiera derivarse que llegara a cometer actos delictivos contra la propiedad. “Era un poco sombrón, es decir, que tenía menos gracia que un faraón  de cuerpo presente; estaba sordo como una sandía y hablaba como si estuviese pasando lista”, nos cuenta Cosme, antiguo vecino de Jack.  “Pero lo que se dice un ladrón en serie... Nadie lo hubiera sospechado.” Los lugareños de más edad caen ahora en la cuenta de quién pudiera ser el inhallable chorizo: recuerdan en plena faena a un tipo regordete y peludo, un poco cateto, que tal vez fuera el Destripaterrones disfrazado de aceitunero, y que solía cantar aquello de “Dale a la vara / dale bien que las verdes son las más caras / y las negras pa tí, tipití, tipití, aaay...”. “Era imposible reconocerlo. Debajo del tricornio, parecía otro distinto al de la boina a cuadros que zamarreaba los olivos. Aunque el cuplé no se le daba: lo cantaba como un loro la Traviata”, dice Matías el de la funeraria. “Cosas con mala sombra, apostilla Cosme. Si lo hubiesen hecho académico, como él quería, se hubiesen evitado los robos que asolaron la comarca”.

Lucía Tirado

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