Cuadernos de Crítica |
El cerebro en blancoCrítica acompasada de la novela Corazón tan blanco , de Javier MaríasTodos los grandes escritores manejan un cierto número de constantes, sean estilísticas, sean temáticas o de contenido. Javier Marías no podía ser menos. Entre sus temas recurrentes se encuentra el que aparece al principio de su novela Corazón tan blanco , Premio de la Crítica de 1993: su preocupación por la procedencia de las pistolas con que se autoultiman sus personajes suicidas. En El hombre sentimental , dejaba perfectamente sentado que Manur utilizaba, para el luctuoso lance, "una pistola de su propiedad". Aquí, "una de las niñas, cuando ya no era niña" -podía haber escrito "una adolescente" y ahorrarse ocho palabras- utiliza la pistola "de su propio padre". ¿Se imagina el lector lo distinto que hubiese sido todo, a partir de ese punto, si en vez de pegarse el tiro con la pistola de su propio padre se lo pega con la del padre de una amiga? Uno, después de haber fácilmente destrozado tres novelas de Marías anteriores a 1990 - Travesía del horizonte, Todas las almas y El hombre sentimental -, tenía la esperanza de encontrar, en sus producciones posteriores, más corrección en su prosa y menos chorrez en la expresión de un pensamiento que en las otras le había parecido débil. Máxime, cuando, por la contracubierta del libro, se entera de que, sobre Corazón tan blanco , se habían hecho los siguientes juicios: "La obra de un supremo estilista" ( The Times) , "Una de esas escasas obras que harán época" ( Le Monde) , "Una grandiosa novela" ( Frankfurter Allgemeine Zeitung ). No dispongo de ninguna muestra procedente de la prensa española, pero seguro estoy de que todas serían tan orgasmiásticas como las del resto de la Unión Europea, pues, reunidos los más importantes críticos patrios en solemne asamblea, otorgaron a esta obra su Premio anual. ¡Marías supremo estilista! Luego de haber leído tres novelas suyas, semejante elogio se me antojaba imposible en la pluma de un terrestre articulado. Atónito, me preguntaba: ¿habrá logrado el parlamento de Estrasburgo, en su versión mediática y editorial, la cuadratura del círculo? Seguro que ni el celebrado escritor ni sus concelebrantes me creerán si digo que, tras rezar una salve y entonar un motete -precisamente aquel que dice " venid y vamos todos/ con flores a Marías "- me subí a una silla y grité: "Ojalá, San Simón Ante Portam Latinam, ojalá!" Para decargar el trabajo completo pulsa aquí (pdf 113 KB) |
Boletín del Centro de Documentación de la Novela Española |