Los personajes del año

Arturo Pérez Reverte.- Su comportamiento en las batallas de Lepanto, Trasimeno, Las Termópilas y Arapiles fue heróico. Mató a ciento dos enemigos de otros tantos certeros mandobles. El héroe ha declarado su intención de llevar a un libro sus aventuras, si aprende a escribir. Libro que dedicaría a la mayor gloria de Nuestra Señora de las Victorias, en su advocación de la Bien Aparecida.

Almudena Grandes.- La descubridora de la polla acojonante ha demostrado mediante ecuaciones que todavía puede haberlas más acojonantes y que piensa mostrarlas, en el curso de un simposio pollástico, que se celebrará en Cabra dentro de este mismo año. Juan Palomo, redacter an chef de El Cultural, asegura que el ensayo primerizo de Almudena, La polla acojonante, se ha agotado.

Antonio Muñoz Molina.- Se reincorporó a la  Benemérita por quince días, al objeto de poder participar en el desfile del día de las Fuerzas Armadas, delante de Sa Mayesté le Guá. Como número raso, pues de eso no ha podido pasar, tuvo la mala suerte de que lo pusieran entre dos mujeres guardias tan esbeltas como bonitas de cara, lo que hizo resaltar su fealdad congénita. No obstante, y por eso lo galardonan, consiguió culminar el recorrido sin que ningún tomatazo le acertara en la faz.

Elvira Lindo, que, como es sabido, regenta un puesto de verduras en el mercado de Barceló, se dio de mamporros con su vecina charcutera. Elvira ganó a los puntos.

Javier Marías, por fin, aprendió que delante de b y p hay que poner m, y que la m con la a es ma y la p con la e,  pe. El jurado, pese a valorar positivamente estos avances, declaró que no lo elevará a  los altares hasta que aprenda minucias como que el polo norte no es un helado.

Eduardo Mendoza contó un chiste ante tres mil espectadores, en el homenaje a Juan Benet, y se oyó solamente una risa. Las pruebas magnetófónicas, presentadas por algunos, de que fue una tos no lo han privado del nombramiento.

Antonio Gala pronunció una conferencia memorable en El Corte Inglés sobre la menopausia masculina y el traje de lagarterana. Tan grande fue el éxito, que los organizadores le han pedido otra, para antes del verano, sobre los pies planos y el Concilio de Trento

Rosa Montero ha finalizado la diplomatura de fontanería indisoluble que ha acaparado sus desvelos en los últimos tres años. “Con mi aportación a la industria cultural, ha declarado, será imposible que ningún marido se escurra por el bajante del retrete y ninguna mujer vuelva a pasar lo que yo pasé en el aeropuerto de Barajas. El paranalgas de plástico y metacrilato que yo he inventado lo impedirá.”

Luis García Montero expelió tanta bilis contra su compañero de claustro, José Antonio Fortes, que éste estuvo a punto de convertirse en ectoplasma. No llegó a desaparecer de la faz de la tierra, pero el jurado estimó que Montero había batido todos los records de mendacidad y villanía.

Maruja Torres logró demostrar, mediante testigos falsos y documentación falsificada, que era la columnista más experta en coyundas y apretujones al sur de Río Bravo, y ello sin contabilizar los de su época de cantinera del ejército de Churruca ni el tiempo que pasó con Pancho Villa.

Juan Manuel de Prada.- Como misacantano y neotonsurado, De Prada ha sido propuesto para recibir el galardón de personaje del año por sus feligreses, los mismos que vienen solicitando hace meses su canonización.

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