Javier Marías, fontanero de la lengua

"He intentado darle a la sintaxis española una flexibilidad que no tenía, y en este sentido la he forzado. Igual con la gramática y la puntuación. Un escritor está para violentar la lengua y hacer que existan en ella cosas que no existían antes" (Javier Marías La Vanguardia, 30-6-2006).

Lo primero que se me ocurrió, tras leer estas manifestaciones del nene Marías, fue esta jota:

Y lo leo
y lo releo
y no creo lo que veo…

Y me anulo
y me atribulo
y mi horror no disimulo,

y mi estupor no remonto,
quien dice tal tiene un nombre
y ese nombre es el de tonto

A continuación, traduje el texto mariasno al esfieranto:

"He intentado aprender a escribir y no he podido, por mucho que me he esforzado. Lo mismo me ha pasado con la gramática, ese arcano, y con la puntuación, que espurreaba sobre el texto, sin poder dominarla, y caía siempre donde no debía. Un escritor está para escribir bien. Temo que tendré que irme al carajo definitivamente."

Dicho lo cual, me queda una zozobra que me corroe el alma: ¡lo que hubiese aprendido Borges ¿qué digo? lo que hubiesen aprendido Cervantes, Fray Luis de León, Gracián, Bécquer, Marichal, Rómulo Gallegos, de  Javier Marías, si hubiesen tenido la oportunidad de leerlo...!

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