Nota para (sobre todo) nuestros mejores amigos

Inspirada en lo que dijeron sobre el particular, tras nuestra última reunión en la cumbre, tanto Tony Medialuz, recién llegado de USA, como Pancho Capote, La Fiera ruega a sus amigos se abstengan de llamar a nuestra redacción, tras la aparición de cada número, para preguntar quién se oculta modestamente -¡los fieras no queremos reconocimientos ni dineros! ¡Esa es nuestra fuerza frente a las corruputas y corruputos!- tras el ilustre nombre de Juan Risaco Condobrín, quién tras el no menos famoso de Leonor de Samotracia, quién es el autor de tal noticia, quién el genial alumbrador de tal artículo -ahora, lloverán los que indaguen sobre el epigramista recién parido por nuestra leona zonal, don Álvaro Satén y Condenado y discípulis suis: El Duende de Canillejas, El Vampirillo de la Plaza de la Cebada , El Murciélago Alevoso, Juanito Poliorcetes, El Teniente Coronel Nemo, Cuca Cumbrales...-. Pero ¡qué más da! ¡Qué morbo! La Fiera , como dijeron casi a dúo Capote y Medialuz, es la única revista de pensamiento libre en el mundo; lo que dice es la verdad; sus críticas son certeras; vosotros la recibís puntualmente, os reís, felicitáis a nuestras madres por habernos parido tan honestos y salerosos... ¡Pare ahí vuestra infantil curiosidad! Nosotros, repetimos, no queremos ningún tipo de compensación ni reconocimiento, sólo aspiramos a que se acepte universalmente que hemos demostrado que, hic et nunc , los más festejados y promocionados por los mamones del sistema pseudoculturalindutrialmediáticotomista, los o las de más éxito en las librerías y las barberías de secano son los más tontos, es decir, son tontos, gilipollas, analfabetos, camelopardalis y estupefactados desde el mismísimo culo para arriba, como Guelbenzu el Censor; Marías el Forrest Gump ibero; Almudena Mollejas y del Agro; García Montero (guardia de la porra y acusado de hurto de higos chumbos, pues siempre quiere serlo todo y de ambos lados); el jefe de la centuria Primo Hermano de Rivera García Posada, Torretas Primera la (forzosamente) Casta; Muñoz Molina (único guardia civil en la Academia ); Ansón el insaciable que, por falta de imaginación, hace malas antologías para justificar ser académico compensatorio, en el platillo derecho de la balanza, de que lo sea el supuesto izquierdoso y desde luego exfalangista a quien apellamos en seguida; Cebrián, el académico por la Gracia de Jesús del Gran Poder; Aldecoa (viuda de Idem y huérfana de Estilo); Martín Gaitas; Molina Muax; Terenci Fuax; Conte el blanco, blando y cortés, es decir, el Sapo; Sanz Villanueva el incomprendido e incomprensible, más tontiserio que un entierro madrugador; Rico el Quijotudo plagiado por Cervantes; Verdú(lero) el moralista inmoral; Regás Luna Lunera, que da más vueltas que el avión de Pinochet; Rosa Mora de la más chabacana y analfabeta morería; Benítez Reyes de la Baraja Trucada ; Calvo Serraller o la venalidad nunca extinta (fue el que quiso vender a sus padres para hamburguesas, sí), Umbral o el conflicto entre la gola, la bufanda kilométrica y el vacío craneal; Antonio Gala el cursi de verano para extintores ; Juan Cruz Gamada; Ullán, Millás y Echevarría sin ni siquiera mote, los desgraciados; Ramoncito de España y De Todas Partes donde se pueda trincar algo; Manuel Vicent el tranviario y sorpresivo ganador del Premio Alfaguara que otorga su tío y señor carnal; Cela el Delator y nefasto maestro de dos generaciones de pseudonovelistas españoles; Rosita de Pitiminí y de los montes pelados (de ideas)... ¡Y nada más queremos! Sin bromas, para las que no servimos. No nos llaméis, y menos al móvil. Os lo pedimos con lágrimas en la nariz y en el cerebelo plano. Cuando salió el número de febrero, los curiosos mantecosos nos hicisteis perder dos tardes y, lo peor, colapsasteis la centralita moviloca del Fierabuilding , lo que nos costó un disgusto con nuestros arrendatarios de oficinas y gabinetes de encuentro para ejecutivos de Prisa y funcionarios de Moncloa. Si no nos haceis caso, juramos ponernos serios y cuánticos en el futuro.

T.A.O.G.