Miniversidades españolas de ayer y hoy

El repaso de los artículos de José Luis Aranguren en La Vanguardia de Barcelona de 1971 produce un efecto de deja-vu: se quejaba ahí de la creación de miniversidades (léase: mini-universidades), del falso liberalismo de la universidad norteamericana, de sus malos métodos, de su pragmatismo tóxico, de sus abusos tecnológicos y burocráticos, de la asimilación del proletariado blanco por el capitalismo del “bienestar” y del “american way of life”, de la pérdida de conciencia de clase, de la conculcada y evanescente libertad y democracia norteamericana, de la falsa asimilación de los emigrantes, de la cultura insatisfactoria del consumo, de la maquiavélica “inocencia” americana… ¿No les suena todo a actualidad de 2010? ¿Tan poco hemos progresado académica y culturalmente? ¿No ha heredado España todos los defectos (y ninguna de las virtudes) de Norteamérica? ¿No es nuestra mini-universidad española un sucedáneo de un subproducto de no se sabe bien qué?

Clare Guilty

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