El tren expreso Aranguren - Marías

Hace exactamente 38 años y cinco meses que José Luis Aranguren publicaba una reveladora información en La Vanguardia, de Barcelona, sobre lo que llamaba la “incomunicación cultural”; decía: “El joven novelista Javier Marías ha declarado no haber leído casi nada de su padre, ‘sólo algunas cosas que publica sobre cine’”. Y comentaba Aranguren, entre paréntesis: “Esperemos de la inagotable capacidad didáctica de Julián Marías que se las haya transmitido oralmente, dispensándole así de su lectura”. ¿Les suena? ¿Hace falta buscar más causa para los novelos actuales del ya no tan joven Javier Marías (ahora tiene la edad de Aranguren entonces) que la “capacidad didáctica” de don Julián, unida a su personal “incomunicación cultural” y a no conocer ni las ideas sobre la novela de su reverendo padre? ¿Debemos leer la entrevista del hoy académico J. Marías en El Ciervo de 1971, donde declaraba aquella necedad, para averiguar si ya entonces era tonto o es que se ha quedado así a fuerza de escribir tan mal? ¿El lenguaje hace el cerebro o el cerebro el lenguaje? ¿Su afasia viene de entonces…?

Leopoldo Ralón

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