Università spagnola alla bolognesa

Quizás La Fiera quiera tener en cuenta la última estafa cultural orquestada por el gobierno, aunque sea con prisa pero sin PRISA. Los periódicos nada dicen de ella, pero ya se ha convertido en un decreto y, por tanto, es legal y obligatoria. Se trata de la transformación, que será muy pronto consumada, de nuestras universidades en institutos de enseñanza media, con la excusa de la sedicente convergencia europea y de los créditos llamados ETCS (o, mejor, obviamente, ETC.ETC: es decir, un acrónimo que nos indica lo que no se va a enseñar ahí, o sea, TODO). Sobre la primera, hay que decir que nuestro inefable ministerio lo ignora casi todo y se aferra a lo accesorio para emprenderla contra los futuros alumnos, los profesores fijos y los contratados universitarios, a los que despedirá claramente en 2010. Acerca de los nuevos créditos, estamos ante una nueva edición del timo de la estampita, con mongólico incluido (el alumno-consumidor) y con falso billete de lotería (el nuevo crédito europeo, que no es más que un papelito pasado de fecha).

Sindicalismos y burocracias a un lado, nuestros alumnos no se merecen que los vuelvan a timar, y que sean precisamente el PSOE y ZP quienes organicen la encerrona. Como siempre, una profesora universitaria como Mercedes Cabrera y muchos rectores y vicerrectores ofician de mamporreros o de palanganeros, así como el pequeño Maravall (en minúscula) hizo lo propio con la enseñanza a pesar del ilustre Maravall (en mayúscula). Siempre hay un tiesto para una M…

No nos engañemos ni hagamos un canto a las viejas instituciones, tan rancias en el siglo XXI del internet y del calentamiento global. Ya sabemos que a nuestras facultades, sobre todo de letras, les sale siempre el pelo de la dehesa, que imperan en ellas la ley del embudo y el caciquismo, que están llenas de vagos e inútiles enchufados mediante idoneidades, habilitaciones y otras añagazas; sabemos también que las carreras de letras sólo sirven hoy día para formar a sufridos profesores de media, a reponedores de hipermercados, a libreros frustrados y, como mucho, con mucha suerte, a jurados de premios amañados.

Pero esto ya es demasiado: agitar ahora el señuelo del “espacio europeo” para meternos a todos en el mismo redil y someternos a los esquemas creados por pedagogos sietemesinos, es francamente demasiado. Tampoco nos extrañemos de que sea el cambio del cambio del cambio (¿?) el que venga con la rebaja, el recorte y la guillotina…

Vayamos a la sustancia de estos recientes decretazos educativos: eliminada de un plumazo la mayoría de las asignaturas, la reducción de personal está cantada. Amalgamadas las carreras de letras en una sola o poco más, se simplifica mucho la operación postcapitalista de controlar a los disidentes, a los pensantes y a los currantes. Finalmente, una vez degradado casi todo el panorama universitario basta pasar el cepillo de la matrícula y cobrar a los alumnos cuatro o cinco –o diez- veces más que antes por algo que es igual en la Pública que en la Privada. Una vez que paguen, los que puedan hacerlo, dejarán de ser estudiantes para convertirse en clientes, y los profesores seremos, a modo de boticarios, quienes administren las dosis máximas autorizadas de conocimientos per cápita. Es seguramente un designio de los amigos de los amigos de PRISA que ningún español sepa nada acerca de nada, de manera que se sigan despachando novelones infumables, programas absurdos de televisión, grandes hermanos y grandes hermanas.

Pero dejemos que los gobernantes reos de lesa educación se defiendan. Júzguese la claridad, utilidad y buena fe de la reforma que viene -que ya ha llegado y que ya está aprobada, sin discusión- por el diagrama que adjuntamos, dibujado en una noche de insomnio por algún pedagogo becado por el Vicerrectorado de Destrucción Académica de la siempre insuperable Universidad de Alcalá de Henares.  Lo resumo para los neófitos:

Personal y servicios de apoyo > SABER CONOCER > troncalidad UAH > Profesor > SABER SER > Estudiante > PRACTICUM > SABER HACER (¿?)> formación para la ciudadanía > SABER

CONVIVIR>Internacionalización, etc.

Creemos que esta tomadura de pelo sólo ha servido para que a esa universidad le estafen un dineral los diseñadotes de diagramas de Venn y los vendedores de flechas digitales que nada señalan. ¿Puede alguien explicarme qué tiene esto que ver con la enseñanza de nada? ¿Y con la universidad? La misma institución, aclara con toda seriedad lo siguiente, mucho más sustancial que lo anterior (no he podido evitar subrayar lo más chistoso para una institución fundada en 1977 por el mismo PSOE):

En el plano curricular, la Universidad de Alcalá tiene establecido, como seña de identidad y diferenciación formativa de sus estudiantes, la llamada “Troncalidad UAH”, en la cual se incorporan materias como las siguientes en todos los planes de estudio de las titulaciones de grado: inglés, informática, cultura hispánica, historia de la UAH, historia y cultura europeas y deontología profesional, ocupando hasta un 20% del total de créditos, aunque el peso de cada materia pueda variar según las necesidades de cada rama de enseñanza.

Cuchufletas aparte, es el colmo: los más sesudos filósofos del aprendizaje Zen han llegado al feng-shui de la educación. Ya el alumno no lee ni sabe, sino que se ha convertido en el centro de un bucle melancólico de saber e ignorancia, entre el SABER ESTAR, el SABER SER, el SERSE y el SERSE SIENDO. Podemos devanarnos los sesos intentando desentrañar el entuerto y no lo conseguiremos: es la nueva jerga pedagógica, que ahora sirve para despedir a profesores y para entretenernos a todos en tareas ociosas sin provecho alguno. Si el prácticum es en saber convivir o en historia de esa nefasta universidad, mejor dejarlo estar, que apesta más si se mueve.

Una estafa completa, ya digo. Pero no hace falta recordar que estas ondas herzianas nos van a pasar a todos por encima tan rápido y tan alto como los cohetes katiuskas sobre un carro Sherman, aunque sí que vamos a costear entre todos esta cara y absurda reconversión y, a buen seguro, recibiremos nuestra parte alícuota de metralla y fuego amigo. En realidad es la izquierda (o el centro ¿de la izquierda? ¿o es el centro del centro? -Dejémoslo estar) la que nos va a freír adecuadamente sin dejarnos salir de nuestras trincheras.

Vayamos al fondo de la cuestión: nuestra Cabrera ministerial reconvierte a la universidad española en lo que ésta siempre ha evitado ser: un corral de ganado que simplemente ESTÁ ahí. Ganado serán los alumnos una vez que CONVIVAN ese esquema; ganado terminarán siendo los profesores una vez hayan sido convenientemente proletarizados en virtud del esquemita de la ESO. Los más adelantados o los más serviles de ellos quizás logren ser mayorales, pastores o perros ovejeros de la finca. Pero para que la granja ovícola o avícola sea rentable, tiene que ser grande, homogénea, industrial: de ahí que se “arrejunten” todas las carreras de letras en una sola. Y después se procede a sexar los pollos: todos darán clase de inglés y de informática (las dos materias estrella comunes de Historia y de Filología Hispánica, por ejemplo); ninguno recibirá cursos de ninguna cosa concreta ni racional; y a la postre unos harán una carrerita de andar por casa, sin valor cultural alguno, y otros cursarán un caro máster achatarrado con lo que antes era la carrera propiamente dicha. Los “elegidos” seguirán haciendo el doctorado por si quedara algún puesto de trabajo huérfano como profesor después de la reconversión, cosa harto dudosa.

Desde luego, reformar –destruir- la casa sin avisar al inquilino es competencia de los juzgados de guardia, pero llamar reforma a esta chapuza digna de Pepe y Gotera y Otilio es todavía peor: mejor dedíquense, en resumen, a la Memoria Histórica o a trasladar archivos de la Administración, o incluso váyanse al Chad a tramitar adopciones en masa. Hasta el Vaticano da más en el clavo que nuestros aguerridos reformadores y sus cómplices universitarios cuando beatifica a los curas pistoleros de la última de nuestras guerras inciviles.

Si todo prospera, que así será, pronto los jóvenes lectores de los libros de PRISA estarán a la altura de los libros de Marías, Izaguirre o Pérez Reverte. Incluso puede que lleguen algún día, previo paso –o, mejor, pago– por la nueva enseñanza universitaria, a solicitar a la RAE, entonces ya propiedad legítima de los herederos de don Víctor García de la C., un cambio definitivo de nuestras reglas ortográficas por las de los SMS, una nueva gramática adaptada a la sintaxis de Javi-Mari-Marías o un diccionario académico de los barbarismos de la ilustre Almorranas Grandes. Si ya muchos estudiantes creen que esos escritores-hemorroides son literatura, entonces los considerarán LA NOVELA y LA LITERATURA en España. Aviados estamos si, gracias a nuestra ínclita ministra, llegan a aparecer todos ellos, Boris incluido, en los libros de texto del año 2020 como los grandes valores del 2007. Para entonces, la ortografía de los españoles será atroz, todos los siYones de la Real Akademia estarán destinados, por riguroso orden alfaVétiKo, a los seKuaZes de PRISA y a los planetarios, y éstos a su vez apadrinarán a los peores autores de noBelas y Kuentos de su tiempo como los indiscutibles valores futuros. Así se hace una cultura y un país.

Guicciardini

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