Comentarios | Comentarios variosEl libro de Manuel Asensio sobre Antonio Gala Hace unos años, Manuel Asensio publicó su libro Vida y secretos de Antonio Gala, en pleno uso de sus derechos de ciudadano de un país que se dice democrático. El distribuidor inicia el cumplimiento de su misión. El libro empieza a venderse normalmente. ¡Sólo durante una semana! Al cabo de la misma, el escritor cordobés de treinta y pocos años publica, primero, en el El País Semanal, un ingenioso artículo titulado La garrapata, en el que, entre muchas mentiras, sostiene la teoría de que Asensio –sin nombrarle, claro– lo que ha intentado es sacar provecho de su inconmensurable fama para hacerse notar, y, segundo, hace uso del poder que le otorga esa fama para lograr que el libro sea retirado de los puntos de venta en donde, por su modestia, sólo lo ha colocado el distribuidor: La Casa del Libro, los grandes almacenes y las cuatro o cinco grandes librerías de Madrid (aún no se había distribuido a provincias). El libro es devuelto al distribuidor. Pasan casi dos años. Distribuidor y autor deciden liquidarlo. Se inicia la operación por la Casa del Libro, donde se empieza a vender muy bien. Pero... uno de los primeros compradores es el periodista Jesús Mariñas, especialista en cotilleos, que va y publica un artículo donde cuenta todos los embustes e imprecisiones que Gala ha acumulado sobre su persona y obra, que Manuel Asensio revela. El artículo llega a conocimiento del Séneca del siglo XX, quien plantea a Espasa Calpe el dilema "fuera libro o adiós nuestros próximos contratos". Sus matones visitan las demás librerías. El libro vuelve a ser retirado de todas partes. De Manuel Asensio a Antonio Gala Sr Gala: acabo de enterarme por mi distribuidor de que usted, abusando del poder que le otorga su popularidad, ha hecho retirar mi libro Vida y secretos de Antonio Gala de la Casa del Libro y de otros puntos de venta, donde se estaba vendiendo muy bien, y de que lo mismo hizo cuando su aparición. ¿Es ésa su idea de la libertad? Con ello, nos ha perjudicado gravemente al editor, al distribuidor y a mí. ¿Es ésa su idea de la justicia? ¿Son de ese tipo las virtudes sobre las que pontifica diariamente en sus "troneras" y de cuya falta acusa a los corruptos? En adelante, los alumnos de nuestro Taller de Literatura y yo mismo, acudiremos a sus actos de firma, charlas, etc., para decirle cara a cara que es usted un falso y que no tiene derecho a tirar piedras a nadie, pues, como casi todo el mundo hoy, se aprovecha de sus privilegios y de su situación, sin importarle qué derechos atropella. Desde mañana, empiezan a enviarse gratuitamente ejemplares del libro a todas las direcciones de nuestro fichero. Unas mil solamente, pero todas de escritores, periodistas, profesores de literatura y académicos, que tendrán noticia de esta carta también. Señores Mige García Posada, Rafi Conte, Nacho Echevarría, Santy Sanz Villanueva, Moncho de España, Lucho Suñén, Boby Saladrigas, Chente Verdú, Chente Molina Foix, Lucho García Montero, Joselu García Martín, Chema Guelbenzu, Juani Cruz, Lolo Vázquez Montalbán, Manu Vicent, An Trapiello, Edu Haro Tecglen. etc., etc.: ¿tenéis la conciencia tranquila? ¿Estáis seguros de hacer lo posible por desenmascarar todos ésos tinglados anticulturales que son los Premios literarios como el Planeta y el Nadal, las Bibliotecas Antonio Gala y Terenci Muax, el ingreso en la Academia de Juan Luis Cebrián. Antonio Muñoz Molina y Luis María Ansón, los comentarios al Quijote de Francisco Rico, presentados como alta creación de quien la verdad es que no tiene ideas propias, las laudatios y fornicatios, la publicidad hecha pasar por valoración crítica, los bombos mutuos, la bombas o el silencio excluyente de los que están fuera del circuito, y también etcétera. Haceos, en el recogimiento de vuestras celdas (carcelarias), una sencilla pregunta: si decís, como sabemos que decís, que Los hermanos Karamazovi es una novela, ¿por qué utilizáis el mismo término para designar los bolondrones de Almudena Grandes, Javier Marías, Benítez Reyes, Molina Foix, Maruja Torres, Antonio Gala, Muñoz Molina, Millás y, nueva vez, un etcétera larguísimo. ¡Arrepentíos y rectificad, antes de que venga el día de La Fiera, grande y terrible, y decrete sobre todos vosotros el anatema! Le Planétarium Acogiéndose constitucionalmente a la quinta enmienda de la Ley de Extranjería, el Taller de Literatura del Centro de Documentación de la Novela Española dedicó la primera quincena de diciembre pasado a estudiar una de las (consideradas) mejores novelas francesas de este siglo, especialmente de la época del nouveau roman: Le Planétarium, de Nathálie Sarraute, autora también del excelente ensayo de teoría del relato novelístico titulado L'ére du soupçon, del estilo de los que escribe Almudena Grandes. Nuestros alumnos más tradicionales, los del Aula Pereda, se quedaron perezplexes y no retornables. "Pero, escribían en sus hojas de ejercicios orales, ¿es que Nathálie Sarraute no hizo el servicio militar en l'armée? ¿Es que nunca fue abuela ni madre? ¿Es que nunca la jubilaron? ¿Es que nunca folló? ¿Es que no pasó un solo día en la Barcelona de la década de los setenta ni fue guarda jurado del Louvre?" Hechos a los sujetos de la narrativa patria, no se explicaban semejante rebelión temática. Su desconcierto era realmente notable
El número de Babelia de 30 de enero de 1999 daba gozoso la noticia de que Planeta va a sacar una colección de veinticinco libros con toda la obra de J.J. Benítez. Y lo hacía con el mismo tratamiento tipográfico e icónico que le merecían otras relativas a James Joyce, García Lorca, Arthur Miller y nuestro amigo Daniel Cohn Bendit. Se trataba sin duda de una publicidad encubierta de Editorial Planeta, a cambio de algunos euros y de sabe el diablo cuántos premios y ediciones de bolondrones mercantes. J. J. Benítez es el escritor (por nombrarlo de algún modo) más contaminante de las mentes endebles, que ha habido en España desde el siglo II, cuando Pomponio Melaza escribió aquel libro de poemas en el que figura el verso "tú me llamas, amor, yo cojo una cuadriga". ¿Por qué no existe una ecología cultural, con la misión de defender a la sociedad de estas plagas de analfabetismo disfrazado de discurso culto? Implacable vengador Manuel Asensio Moreno Sr. Gala: supongo ha recibido ya el número 65 de La Fiera Literaria, con dos noticias que le aluden, una de ellas referente al asunto de mi libro. Cada uno tiene sus armas, don Antonio, y yo sólo he efectuado los primeros disparos con las mías. Nuestros lectores son solamente mil, pero todos ellos profesores de literatura, escritores, críticos, periodistas y académicos. ¿Cree usted que un escrito suyo sobre el particular sería leído y entendido por más de mil lectores? ¡Ni por ciento cincuenta! ¿Cree usted que hubo alguien que entendiera su vergonzante defensa titulada La garrapata? Ante esos mil –la florinata y la basura de la intelectualidad española– será usted objeto de la burla que merece, ridiculizado y severamente juzgado literariamente. Ahora se va a enterar usted de lo que significa el verbo escarnecer. Luego vendrá Internet, que convertirá el caso en una maravillosa prueba de lo que significa la revolución tecnológica que se ha producido en el mundo de la comunicación. Mediante un ordenador personal, la fotocopiadora a pistola e Internet, David se puede enfrentar hoy cara a cara con Goliat y dejarle en ridículo. Lo sabrá por experiencia. El de ente de risión es considerado entre los miembros del Círculo de Fuencarral como uno de los conceptos capitales de la Crítica Acompasada. Fue introducido por nuestro antiguo compañero Antonio Regaliza, hoy docente en los Estados Unidos, del que ya hemos hablado alguna vez: es aquel a quien llamábamos Tony Medialuz, porque sus mejores críticas las había escrito con su despacho en penumbra. Hay muchos malos escritores, ¡pobrecitos! Para ellos sólo tenemos los fieras nuestra compasión y nuestras oraciones de maitines, vísperas y completas. Algo que no tenemos para estotros, precisamente por eso: porque los albicurnes como Benítez Reyes, Almudena Grandes, Javier Marías, Antonio Gala, Fernando Delgado, Molina Foix, Guelbenzu el Superplomo, etc. no es ya que le peguen coces al diccionario, no es ya que insulten a la gramática, no es ya que escriban incontables chorradas, es que son ridículos, risibles, grotescos, inflables y vituperéticos cuspidernes...
La Fiera está dispuesta a aconsejar, de manera absolutamente desinteresada y por su propio bien, a Juan Palomo, que cambie el diapasón de sus comentarios. Aconsejarle que diga las cosas con sencillez y seriedad, sin intentar ser irónico, ni gracioso, ni segundointencionado, ni ocurrente ni ingenioso. Por su natural, esto es, de manera incorregible, él carece por completo de salero, de chispa y de sentido del humor; es un soso incorruptible, con el mismo ingenio que una cafetera de las más antiguas y baratas. Y resulta penoso leerle luchar con oraciones simples y compuestas para aparentar unos dones que el cielo le negó con designio implacable. Sus formas actuales le dan a sus páginas de sedicente periodismo del siglo XXI un tono más bien de revista de los salesianos de los años cuarenta, en la que García Posada escribiese el artículo de fondo (del retrete), García Montero los loores de María Auxiliadora y García Martín el soneto-homenaje al padre director con motivo de sus bodas de plata con el sacerdocio.
Almudena Grandes sobre García Hortelano El 13 de febrero de 1999, Almudena Grandes publicó en La Esfera/El Mundo un artículo que, desde el título, Mucho más que un hombre adorable, era absolutamente impropio de una escritora. Parecía de una colegiala orgullosa de haber conocido a un escritor famoso. Aparte de lo desangeladamente que estaba escrito, sin técnica literaria, sin ideas, ¡qué reducción al nivel de lo doméstico más lamentable! ¡Qué ganas de presentar como un genio de la novela a quien no fue más que un funcionario de la pluma! ¡Qué prueba más contundente de que el mundo literario español de hoy es una merienda de negros (black's picnic), como nosotros venimos denunciando constantina y justinianamente!
Suma y sigue El mismo día, El País, ya saben, el "diario independiente de la mañana", publicó tres noticias, bajo estos tres titulares: CLARA SÁNCHEZ NARRA EL DESEO DE UNA PROFESORA POR UN JOVEN ALUMNO DAVID TRUEBA RELATA EN SU SEGUNDA NOVELA EL VIAJE DE CUATRO AMIGOS HACIA LA MADUREZ LUIS GOYTISOLO PUBLICA UNA NOVELA CON ENREDOS Y EQUÍVOCOS DE COMEDIA Hubo júbilo en el Fierabuilding. Era una prueba más de que la imaginación española, el intelecto español, no se permitían respiro. Solamente algún cenizo, al ser leídas las tres nuevas por tercera vez, según es preceptivo en nuestra orden de caballería, clamó con acento fúnebre: Et tu quoque, Luis? Como diciendo: ¿Y tú también, Luis?
Guelbenzu narra el reencuentro de un profesor con una ex alumna Este otro titular, diseñado, como los anteriores, para llamar la atención de los telespectadores de Tele 5 y Canal Plus, demuestra que las buenas noticias tienen octava, como el Corpus. La insobornable Fiera que Dios guarde comentó así el suceso: Extraña verdaderamente que un escritor como Luis Goytisolo se haya zambullido en uno de los cangilones de esa noria ensimismada que es la narrativa española actual. No así, que lo haya hecho –una vez más– Guelbenzu, auténtico guelbenzu negro de la literatura del quiero y no puedo, quien, esta vez, a la densa pesadez connatural a su escritura, añade el aburrimiento garantizado del tema y el hecho de exponerlo mediante una conversación de quinientas páginas entre una zangolotina que no tiene nada que preguntar y un anciano valetudinario que no tiene nada que decir.
Literatura "de mujeres" Estamos, ya no cabe duda, en plena regresión cultural. Es la abominación de la desolación en el templo de las musas, parnasianas o no. El "poderoso caballero Don Dinero", como diría Antonio Gala sin citar a Quevedo, se ha apoderado de todo y hasta quienes parecen más serios y respetables lo ponen –al dicho Don– en lo más alto de su escala de valores sin el menor sonrojo ni el más leve carraspeo nervioso. Alianza Editorial, hasta poco ha con apariencia de manosalvas, rigor y seriedad –tal vez, diría Gala, fuese la seriedad del burro– ha publicado un libro, titulado Vidas de mujer, que recoje diecinueve relatos de otras tantas presuntas escritoras de las que están en el candelabro, con el cultural destino de que lo compren todas/dos las/los imbéciles de la raza ubérrima, que son incontables. "Por puro azar, informan los sabios editores, el tema de todos ellos es el sexo". Pero ¿cómo no habíamos pensado nosotros que podía ocurrir así? ¿Y que es por eso seguramente por lo que ha accedido a poner prólogo al libro Nuestra Señora la Virgen del Amor Hermoso? Queremos/debemos añadir, sin pretender ejercer de aguacócteles, que este tipo de iniciativas económico-truquistas son profundamente reaccionarias. Esta que nos ocupa durante pocos segundos y líneas, decididamente machista, discriminatoria, anticultural y epaminondas. ¿Por qué se somete a diecinueve mujeres indefensas y algunas de ellas tan inocentes como Maruja Torres, Lucía Etchevarría y Esther Tusquets a semejante estritease mental? ¿Por qué no una antología de cuentos de diecinueve hombres? ¿Por qué no otra de barberos pelagianos + + + Tememos ser los únicos en darse cuenta de la gravedad de los hechos que en los párrafos anteriores denunciamos. De seguir las cosas como las están diseñando los hijoputas mercaderes disfrazados de ilustrados, antes de cincuenta años no habrá escritores o se habrán retirado a los bosques como los hombres-libro de Ray Bradbury. Y toda la aparente literatura será de encargo. |
Boletín del Centro de Documentación de la Novela Española |