Una ocurrencia de Almudena Grandes

Recientemente, el detector de chorradas memorables del Centro de Documentación de la Novela Española y Andorrana se estremeció como no lo había hecho desde que terminamos de analizar la novela de Javier Marías Mañana en la batalla piensa en mí . Restablecida la calma por nuestros servicios antidisturbios, pudo comprobarse que se trataba de una declaración de principios de Malena de Alcántara, el inmortal personaje de Almudena Grandes, en la página 442 de la novela en la que su madre literaria la inmortaliza.

Llega a casa de Malena su hermana melliza Reina, para darle el parte: la informa de que ella y German no follan, que ella le pidió que la follara y él le respondió que ya no le interesaba follar. Malena, indignada, en pleno arrebato de solidaridad fraterna, mordiéndose la lengua hasta necesitar varios puntos de sutura, pregunta indignada y con los signos mal puestos comme d'habitude : “¿Qué le pasa, que ahora, en lugar de polla, tiene entre las piernas una prueba irrebatible de la existencia de Dios?”

Seguro que Almudena Grandes y su director espiritual pensaron en su momento que ésta había sido una gran ocurrencia, la ocurrencia “grandes”, donde las hubiere y se detectaren. Y apuesto el brazo que no perdí en Lepanto a que ella creyó, mientras la escribía, que estaba siendo muy aguda, original, atrevida y sorprendente. Yo creo que se la leen a Franz Brentano y se larga al Polo Este en un AVE de cercanías.

Es absolutamente ridícula. No recuerdo haber leído nunca nada más estúpido. Como para suspender a divinis a quien la haya concebido.

Creemos que a Marías le ha salido una seria competidora.

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