Palomo Conte y los grandes premios

Rafi Conte publicó, en el ABC Cultural del 26-VI-98, una breve nota sobre La hija del caníbal, de Rosa Montero, con motivo de su aparición en bolsillo. Dada la disposición tipográfica de esa nota, podía observarse que cumplía a la perfección con las medidas que el mencionado Palomo se autoimpuso desde su inexistente infancia: una columna contando batallitas y sólo media hablando del libro de que se trata.

En esta ocasión, entre las batallitas, tan socorridas en su caso para suplir lo que de profundidad de pensamiento crítico no quiso darle el cielo, habla del “primer gran premio”. Vericueto escandaloso donde los hubiere y se detectaren. A un escritor le toca el premio gordo y Rafi lo anota en la casilla de los méritos literarios.

Lo explicaré otra vez: Una editorial decide lograr propaganda gratuita sirviéndose de la tontería mediática. Convoca un concurso para premiar y jalear una novela que ya tiene o que va a tener contratada; emplea temporalmente a unos cuantos personajetes – profesores de segunda, críticos de primera (regional)– ansiosos de salir en los medios y de tomarse unos canapés de balde; les advierte que, si quieren repetir el año siguiente, tienen que ser dóciles. Y ya está. El resto lo diseñan los guionistas de la parodia nacional, quienes reservan para Rafi Conte, García Posada y Santos Sanz Villanueva un trío con guitarras y tamboriles acompañando la música de Allá en el rancho grande . Por lo demás, ahí están los primores de la prosa contiana: “periodista incansable”, “indiscutibles éxitos”, “presencia permanente en la prensa”, “libros de toda suerte de géneros”, “construcción narrativa férrea”... topicúdeos que medio entendemos, pero... ¿Cómo defiende una intriga la independencia de la mujer, Rafi? ¿Qué es un desolado progresismo final? Y si existiere y se detectare, ¿cómo se lo rellena de buena voluntad? A ya, ya, yay! A ya ya yay!

Un escritor – y los críticos pretenden serlo– no escribe “el éxito y los lectores le acompañaron”, sino “ la acompañaron”. En fin, Rafi, pronto te diremos lo que nos ha parecido La hija del caníbal . Seguro que no tan buena como a ti, que eres hombre conformista, acomodaticio, poco exigente y ansioso de que los escritores te premien con su agradecimiento, oh, pobre hombre.

Sentencio, fecho y firmo: el hecho de que se publique, en el suplemento literario de uno de los cinco o seis periódicos más importantes de España, una nota como la que comentamos, en la que se considera como mérito figurar en las todo el mundo sabe que manipuladas listas de best-sellers es una prueba más de que éste es un país de catetos, zarzuelero y trapisondista, matadero y covachuelista, que no cumple los criterios de convergencia en materia cultural y que merece tener académicos como Cebrián, Muñoz Molina, Pérez Reverte, Javier Marías y Ansón; premios Nobel como Cela y Echegaray; críticos como los tres nombrados; filósofos como Savater; poetas como Antonio Gala y García Montero; novelistas como Benítez Reyes, Guelbenzu, Molina Foix, Javier Marías, Almudena Torres, Maruja Grandes......

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